The first Star in night's sky

Esto marca lo que yo entiendo como el momento en que mi musa decidió por fin perdonarme. Aún no se que hice mal, por que me abandonó por tanto tiempo, probablemente entre tantas cosas que me trago y que no dejo ser dejé de dejarla ser a ella, pero espero que por fin haya regresado.

No tengo ya tanto que decir, o no hay tanto que quiera decir. Como siempre callo mucho, trato de decir y expresar o por lo menos pretendo hacerlo y no tengo éxito. Ni modo, en días recientes he intentado algo que hace mucho que no intento, naturalmente fallo porque mi naturaleza es otra, y la del mundo es la misma.

Mirador

Un final es un final, es claro.

Triste no es el final que cierra una tragedia, o una muerte, o un una derrota

Triste es el final que llega sólo, sin que hubiera un principio

Porque finales sin principios abundan.

Hoy yo también veo astros a lo lejos

Astros que son lo que siempre fueron.

Soñamos a su luz, imaginando alcanzarlos

Desconociendo dos verdades, que a conciencia preferimos no ver.

Que lo que hacia arriba se contempla es luz, con la cualidad de la distancia tan clara como su belleza

Que los que a tierra estamos, no tenemos pies para el espacio, ni pulmones para el vacío.

Un final que no comienza y luz que no se alcanza, leído con ojos secos y escrito a mano en tinta.

Una ola que no termina y un mar que por piedad arrastra, no somos náufragos, porque nos arrastra conscientes, nos ayuda a bajar la mirada.

Por collar un ancla vasta por uno mismo tallada, y respirando casi a fuerzas.

Pensemos en patos cubiertos de hormigas, para ejercitar formalidades de utilidad perdida.

Ya en lo profundo, se curvan los labios a una expresión desconocida, que ni ella misma sabe qué refleja.

En lo profundo encontramos también un final, un final que arrastra un principio

Un principio de historia que ya no es desconocida: Que en el agua el cielo se refleja, y la semblanza de los astros nos rodea.